domingo, 4 de noviembre de 2012

UNA KOKESHI PARA ABRIL

El pasado mes de septiembre fue el cumpleaños de mi hija Abril, y como temática de la fiesta quiso una muñequita kokeshi. 




Me puse manos a la obra y preparé con antelación la muñequita para luego añadirla a la tarta. Le pegué unas florecitas al kimono y al pelo, y un enorme lazo en la espalda.




Decoré la tarta con un unas ramitas de almendros en flor, y el nombre y la edad con estilo japonés.



Se me ocurrió poner una cinta roja al rededor de la tarta como si fuera el cinto ancho del kimono, y le puse el mismo cordón que tiene la kokeshi en la cintura.




La mesa dulce era todo a juego, en diferentes tonos rosas y rojos, con mis pompones y las letras a juego con la tarta, incluso unas ramitas con flores.




Quise imitar el sushi y preparé unos círculos de bizcocho con merengue y un trozo de pastilla de goma, los intenté bañar en chocolate, pero con el calor se derretían, aunque los mantuviese en la nevera; fue sacarlos y plass¡¡¡, todos derretidos; y después de pringarme toda y chuparme los dedos, decidí que se quedarán tal cual.




Monté un árbol de chuches, decoré unos botes de cristal con la misma temática; aunque no se ven muy bien, tienen un cordón marrón con el nudo igual que el de la tarta.





Tengo una tetera preciosa que iba al dedillo con la decoración y no perdí tiempo en incorporarla a la mesa.




Preparé unas tartaletas de manzana para los que no les gusta mucho los dulces, la manzana siempre es una apuesta segura, y la verdad gusta a los dulceros y a los que no.

Solo me queda por enseñar una foto de la tarta cortada, me hace mucha ilusión, por que cuando entrego una tarta siempre pienso: como estará por dentro?, y esta vez en casa me acordé de sacar una foto en plena fiesta.




Dios¡¡¡, que buena estaba, era de chocolate con café, y gustó muchísimo; la verdad la veo y me entran ganas de preparar una para la merienda.

Con esto termino; esta entrada es una petición de una amiga que estaba deseando ver la tarta, y va dedicada a ella. Un beso Ana.
Y un beso fuerte a todos y gracias por pasarse un ratito por aquí, desde donde quiera que estén.

viernes, 2 de noviembre de 2012

CUPCAKE DE MARRONS GLACÉS Y LA TRADICIÓN DE LOS FINAOS.

Hola a todos y felices fiestas de los finaos.
Después de una fiesta americana, viene la que cuenta de verdad, "Los Finaos". Y por qué?, sólo diré una palabra: CASTAÑAS. Adoro las castañas en todas sus facetas, crudas, asadas, sancochadas y las mejor de todas : marrons glacés.

Después de terminar todos los pedidos de "truco y trato" no me quedaron ganas de hornear más, pero tenia comprados unos marrons glacés para hacer unos cupcakes, y hoy me he puesto manos a la obra.




Están más que buenos, puse crema de marrons glacé en la masa, en la crema, y los rellené. El control de calidad de la casa, que no es muy goloso dijo que estaban muy  muy buenos, y que en lugar de poner una castaña hervida como decoración, que la glaseara para que fuera más dulce. !ñossss¡ como cambia la gente con la edad.



He buscado en google algo referente a los finaos; pero a los nuestros, no a los de América latina, y he encontrado este articulo en "Origen canario.com", que la verdad me trajo recuerdos de la niñez, y de la simplicidad de la vida y lo feliz que era uno sólo con tener un pan con mantequilla y azúcar. 

FIESTA DE LOS FINAOS:
La tradición canaria de este día marca que los más jóvenes cogían la talega y visitaban casa por casa todo el pueblo pidiendo “los santos”:
-Tocaban en la puerta y preguntaban ¿hay santos?
-La dueña decía que sí, depositando en la talega almendras, nueces, higos pasados o castañas.
-Cuando los niños llenaban la talega, volvían a casa muy contentos.
Por la tarde se reunían las familias para recordar a sus difuntos:
-La mujer de mayor edad de cada familia recordaba a los muertos, (los finados, los que habían llegado a su fin) contando anécdotas y mientras se compartía una comida con los frutos de temporada.
Para ese día se guardaban o se compraban castañas para asar, almendras, y otras frutas. También se pasaban higos y tunos, y a los “higos pasaos” se les introducía una almendra. Estos podían ser elementos de la celebración familiar, o bien lo que se iba a buscar y/o llevar a los finaos. Para la celebración familiar se hacían platos más elaborados como el queso de almendras e higos, el frangollo, “piñones” incluso se podía matar algún animal.
El punto culminante era el “Baile de los difuntos” o “Baile de los finaos”, donde se degustaban castañas y piñas asadas, almendras, roscos de anís, chochos y no podía faltar una copita de anís (para los gases de las castañas) y todo eso amenizado por los ranchos de ánimas, grupo de gente tocando por las calles que después hacían un baile con guitarras y timples. Amigos, familiares y vecinos se reunían en la plaza para recordar a los difuntos, una noche peculiar en la que no cabía la tristeza
Ahora sé, porque mi padre cada vez que va a un funeral monta una fiesta. Yo no viví estos días de esa manera, pero según cuentan en casa, en los pueblos si era muy común, y hoy se están poniendo muy de moda, y más que una moda debería ser una prioridad, y mantener nuestras costumbres.



Después de tanto alimentar el alma con el sentimentalismo; desconsolamos el cuerpo con una vista del relleno de los cupcakes, crema de marrons glacé; y ya tengo otro sabor para añadir a la extensa lista.

Un beso fuerte, y gracias por estar, donde quiera que estés.