El otro día recibí una llamada inesperada; era mi amiga Elena que tenia a su amiga Beti buscando tarta de cumpleaños para su hija, y la celebración era en dos días.
Bien, le puse a darle al celebro, sondeé los pedidos por entregar y estaba todo controlado¡, revisé la despensa: sin problema¡. Sólo me faltaba el fondant, pero eso era lo de menos, siempre lo compro cerca de casa, y siempre tienen.
Después de decidir hacer la tarta, sabía que no podía perder tiempo, así que me puse manos a la obra y empecé horneando. El resultado fue este:
La cumpleañera se llama Adela, y le gustan las mariposas, y la purpurina. Yo soy una negada con la purpurina, no me gusta usarla, pero un poco en las mariposas quedó genial.
No sé como me dio tiempo para que se secaran los detalles, pero el resultado fue muy satisfactorio; me encanta las margaritas.
La tarta es una "Red Velvet" (terciopelo rojo), es un bizcocho muy suave de vainilla con un toque de cacao, que va acompañado de una crema dulce de queso, que se derrite en la boca. Es la tarta de boda típica en Canadá.
Aquí está vista desde arriba.
La fiesta estuvo genial, y la tarta sorprendió tanto por su diseño, como por su sabor.
Un beso a todos, y gracias por estar, donde quieran que estén.
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